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Marilyn Hershey, apasionada mujer rural que se propuso ser la voz de los productores lácteos de Estados Unidos, es distinguida por el IICA como Líder de la Ruralidad de las Américas

Marilyn Hershey junto al Director General del IICA, Manuel Otero.
Marilyn Hershey junto al Director General del IICA, Manuel Otero.

Washington, 10 de mayo de 2023 (IICA) - Apasionada del mundo lácteo desde que era niña y defensora del rol irremplazable que cumplen los 40 000 productores de leche en Estados Unidos para garantizar la seguridad alimentaria y nutricional de la población, Marilyn Hershey fue distinguida como una de las “Líderes de la Ruralidad" de las Américas por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA).

En reconocimiento, Hershey, productora del estado de Pensilvania, recibirá el premio “Alma de la Ruralidad”, parte de una iniciativa del organismo especializado en desarrollo agropecuario y rural para dar visibilidad a hombres y mujeres que dejan huella y hacen la diferencia en el campo del continente americano, clave para la seguridad alimentaria y nutricional y la sostenibilidad ambiental del planeta.

Hershey es la presidenta de Dairy Management Inc., con lo que se convirtió en la primera mujer que llega a este cargo. Esta asociación de productores lácteos de los Estados Unidos promueve un programa de promoción, investigación y educación alrededor del sector, orientado a favorecer un mayor consumo de leche en el país. Es financiado por los productores y la industria.

“Mi responsabilidad hoy es ser la voz de los productores de leche que trabajan en todos los Estados Unidos. Y tomo esto muy en serio, especialmente porque enfrentamos un escenario económico desafiante que puso en riesgo la actividad de muchos colegas”, explica.

Ella se crió en una granja productora de leche que perteneció a su familia durante muchos años, en la que su abuela le transmitió el amor por las vacas y la industria láctea. Desde muy joven, Marilyn supo que la producción de leche sería una parte esencial de su vida y que quería que su familia construyera su vida en una granja lechera.

En 1984 se casó con Duane Hershey y ambos se mudaron a un campo en la localidad de Cochranville, Pensilvania: la granja Ar Joy es un emprendimiento familiar con 550 acres de superficie (cerca de 222,5 hectáreas), que está una hora al oeste de la ciudad de Filadelfia y a unos 40 minutos al norte de la Bahía de Chesapeake. Allí ellos viven con sus 600 vacas que ordeñan, 100 terneros, un perro y muchos gatos.
En 1984 se casó con Duane Hershey y ambos se mudaron a un campo en la localidad de Cochranville, Pensilvania: la granja Ar Joy es un emprendimiento familiar con 550 acres de superficie (cerca de 222,5 hectáreas), que está una hora al oeste de la ciudad de Filadelfia y a unos 40 minutos al norte de la Bahía de Chesapeake. Allí ellos viven con sus 600 vacas que ordeñan, 100 terneros, un perro y muchos gatos.

En 1984 se casó con Duane Hershey y ambos se mudaron a un campo en la localidad de Cochranville, Pensilvania: la granja Ar Joy es un emprendimiento familiar con 550 acres de superficie (cerca de 222,5 hectáreas), que está una hora al oeste de la ciudad de Filadelfia y a unos 40 minutos al norte de la Bahía de Chesapeake. Allí ellos viven con sus 600 vacas que ordeñan, 100 terneros, un perro y muchos gatos.

El Premio Líder de la Ruralidad es un reconocimiento para quienes cumplen un doble papel irremplazable: ser garantes de la seguridad alimentaria y nutricional y al mismo tiempo guardianes de la biodiversidad del planeta a través de la producción en cualquier circunstancia. El reconocimiento, además, tiene la función de destacar la capacidad de impulsar ejemplos positivos para las zonas rurales de la región.

Alimentos nutritivos y de calidad

“Les presto muchísima atención a los terneros. Cuidarlos tiene algo de ser madre. Gracias a esa pasión y dedicación ofrecemos un producto de calidad que es nutritivo y que tiene valor para los consumidores. Nos da mucho orgullo”, cuenta Marilyn.

“Enfrentamos muchos desafíos –advierte- para producir alimentos. Estamos en un entorno urbano y tenemos vecinos muy cercanos, que están preocupados por el tráfico de camiones y por el manejo del estiércol. Nosotros nos encargamos de ello y por eso estoy convencida de que nosotros, como agricultores, hemos sido ambientalistas toda la vida”.

Ella está convencida de que los productores lácteos tienen que estar más unidos que nunca.
Ella está convencida de que los productores lácteos tienen que estar más unidos que nunca.

En ese sentido, Marilyn y Duane trabajan para reducir el impacto ambiental de su actividad productiva. Así, han puesto en marcha una cantidad de buenas prácticas orientadas a cuidar el suelo, a reducir el consumo de agua y a minimizar la huella de carbono de la producción.

Pero fue en 2017 cuando dieron el paso adelante más importante, con la instalación de un biodigestor: un tanque herméticamente cerrado en el que el estiércol de las vacas es tratado de manera anaeróbica y sufre un proceso de descomposición que termina con la generación de biogás. Este combustible es usado para la producción de electricidad. También incorporan al biodigestor los residuos orgánicos de distintas actividades en su comunidad. Así, abastecen el total de energía que requiere su granja y tienen un excedente que vuelcan a la red eléctrica.

De esa manera se fabrica energía renovable, que contribuye a una menor utilización de combustibles fósiles, y se reducen las emisiones a la atmósfera de metano, que es uno de los más potentes gases de efecto invernadero, responsables del cambio climático. De acuerdo con datos oficiales de Estados Unidos, la producción de carne y leche genera hasta el 27% de las emisiones de metano del país.

Para Marilyn y Duane, ser una contribución positiva para la comunidad de la que forman parte es una parte esencial del trabajo. Y la relación de afecto y pertenencia que la granja Ar Joy tiene con sus vecinos quedó de manifiesto en el invierno 2014, cuando el techo del establo en el que estaban sus vacas colapsó por el peso de la nieve y el hielo que se había acumulado. Más de 100 personas ayudaron de manera conmovedora, en el medio de la noche, a liberar animales que habían quedado atrapados.

Más allá de ser una líder de los productores lácteos, Marilyn tiene una enorme vocación que la lleva a salir a contar su historia en cada escenario que se presente.

“Promover nuestra industria –explica- y contar nuestra historia es mi pasión; por eso lo hago en conferencias, en escuelas o cuando recibimos visitas en nuestra granja. Todos mis cargos en asociaciones se han dado naturalmente”.

Ella está convencida de que los productores lácteos tienen que estar más unidos que nunca.

“No es necesario –aclara- que estemos siempre de acuerdo. Tener diferentes opiniones sobre los temas es saludable. Lo que es indispensable es que nos respetemos unos a otros y que entendamos la realidad de lo que sucede con nuestro sector. Nuestra industria tiene una enorme oportunidad de prosperar, tanto en el orden doméstico como en el global. Somos resilientes, determinados y amamos lo que hacemos. Juntos vamos a ser más fuertes”.

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Gerencia de Comunicación Institucional
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