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Guatemala moderniza plan nacional en seguridad alimentaria y nutricional

País de publicación
Guatemala

Ciudad de Guatemala, Guatemala, 11 de diciembre, 2015 (IICA). Un cuarto de la población de Guatemala  carece de alimento suficiente, y el 49% de los niños menores de cinco años sufren de desnutrición crónica, la tasa más alta en América Latina.

El problema se vuelve más agudo en las áreas rurales del altiplano occidental y en el llamado “corredor seco” de Guatemala, donde la población es mayormente indígena y el 90% de los niños presenta desnutrición grave.

El problema de la DCI se debe atender de forma integral. Debe existir mejor articulación y coordinación en los niveles de acción territorial entre las entidades que están relacionadas con el tema para ser más efectivos.

Contribuir con la reducción de esos índices es lo que se planteó con el proyecto Inseguridad Alimentaria y Desnutrición (INSAN), implementado por la Representación del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) en el país, en conjunto con el Instituto de Investigación y Proyección sobre Ambiente Natural y Sociedad (IARNA) de la Universidad Rafael Landívar (URL), y la universidad canadiense McGill.

Desde su puesta en marcha, en 2012, la investigación generó resultados que contribuyeron en el diseño del Plan Estratégico de Seguridad Alimentaria y Nutricional 2016-2020, a cargo de la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional (SESAN), para disminuir la desnutrición crónica infantil (DCI).

“Generamos una alianza con la Secretaría. El plan ya fue aprobado, se acaba de oficializar y se nutrió con los resultados de la investigación”, explicó el investigador del IARNA y coordinador del proyecto, Jaime Luis Carrera.

Carrera añadió que el problema de la DCI se debe atender de forma integral, y eso implica que debe existir mejor articulación y coordinación en los niveles de acción territorial entre las entidades que están relacionadas con el tema para ser más efectivos.

Las conclusiones de la investigación, que también retroalimentaron los procesos de políticas públicas fueron:

  • Las causas de la desnutrición crónica infantil son la pobreza, la exclusión, la falta de acceso a servicios básicos, la carencia de oportunidades de empleo y una ausencia de programas efectivos dirigidos ese grupo de familias.
  • Las intervenciones que muestran ser efectivas en el corto plazo son la incorporación de productos animales a la dieta, agregar un componente pecuario al sistema productivo de las familias, el acceso y potabilización del agua para consumo y contar con un adecuado sistema de eliminación de excretas.
  • Se necesita ampliar y mejorar la cobertura y la calidad de la educación.
  • Se debe garantizar el empoderamiento de las mujeres en lo político, económico y cultural.
  • Urge desencadenar un desarrollo territorial que se traduzca en la creación de fuentes de empleo (agrícola y no agrícola), y así diversificar las fuentes de generación de ingresos.
  • Las principales intervenciones están atendiendo las causas más inmediatas, sobre todo la nutrición, salud y, en  algunos casos,  el tema productivo; muy pocas iniciativas atienden las causas estructurales, que tienen que ver con la pobreza, la educación, la exclusión, la falta de acceso a servicios básicos, la ausencia de oportunidades de empleo, etc. 

La investigación sobre la desnutrición crónica infantil se construyó con representantes de las partes interesadas del sector público y privado, y de entidades de la sociedad civil en diez municipios de Guatemala: Aguacatán, Chisec, Cubulco, Nueva Santa Rosa, San Agustín Acasaguastlán, Santa Catarina Mita, San Juan Chamelco, San Juan Ermita, San Martín Jilotepeque y San Martín Sacatepéquez.

“En las condiciones actuales del país son importantes las acciones orientadas a resolver los problemas inmediatos de la DCI, pero no serán sostenibles las intervenciones y los índices no bajarán si no se atienden las causas más profundas. La intención que tenemos ahora es poder validar en 2016 los resultados del proyecto en campo y ver que las acciones planteadas tienen el impacto deseado”, concluyó Carrera.

El proyecto INSAN fue financiado por el Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo de Canadá (IDRC), y el informe completo del mismo, con sus resultados y conclusiones puede ser descargado aquí.

Más información:

iica.gt@iica.int 

iarna@url.edu.gt 

globalfoodsecurity@mcgill.ca