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#Conversaciones con... Cristina Gallach, Secretaria de Estado de Asuntos Exteriores y para Iberoamérica y el Caribe

País de publicación
Oficina Permanente para Europa
 
Gallach
           

 

"España y América Latina nos reconocemos recíprocamente como interlocutores cercanos, socios fiables y referentes de compromiso y responsabilidad hacia la estabilidad"

Entrevistamos a la Secretaria de Estado de Asuntos Exteriores, y para Iberoamérica y el Caribe, Cristina Gallach. De profesión periodista y máster en Relaciones Internacionales en la Universidad de Columbia, NY, su trayectoria es amplia tanto en el ámbito público como privado en materia de relaciones internacionales, relaciones públicas, diplomacia y comunicaciones.

Ha sido Alta Comisionada del Gobierno de España para la Agenda 2030, Alta Funcionaria de la Unión Europea (2018-2020), responsable de la Oficina Igualdad Oportunidades (Consejo Unión Europea, Bruselas. 2017-2018), Secretaria General adjunta de Naciones Unidas y consejera especial del Secretario General (2017). Secretaria General adjunta de Naciones Unidas para la Información y la Comunicación Pública (2015-2017), jefa de División, Portavoz y Directora Comunicación del Alto Representante de la Unión Europea Política Exterior y de Seguridad Común (PESC), y asesora de comunicación y portavoz del Secretario General de la OTAN, Javier Solana (1996-1999).

 

COOPERACIÓN INTERNACIONAL PARA EL DESARROLLO Y COVID-19

  1. El gobierno ha anunciado recientemente una nueva Estrategia Española de Acción Exterior. ¿Podría exponer sucintamente las principales líneas de esta estrategia y cómo se está avanzando en su implementación, especialmente en América Latina y el Caribe?

América Latina y el Caribe es la región con la que España mantiene estrechos vínculos, comparte valores, objetivos e intereses. España y América Latina nos reconocemos recíprocamente como interlocutores cercanos, socios fiables y referentes de compromiso y responsabilidad hacia la estabilidad. Nuestra política exterior otorga una especial relevancia a la región y mantiene un firme compromiso con la estabilidad institucional y democrática. La búsqueda de soluciones conjuntas a las crisis migratorias o la defensa de los derechos de las mujeres también son políticas que tenemos muy presentes en nuestras relaciones con la región.

En el plano económico, nuestra apuesta por una economía y sociedad global, integrada y justa nos conduce inevitablemente a fortalecer las relaciones de comercio e inversiones con América Latina. Una apuesta en la que vamos de la mano con la Unión Europea. De hecho, nuestro impulso al Acuerdo UE-Mercosur y a los acuerdos amplios con México y Chile, son buena muestra de esta relación estratégica. Todo ello supone prestar especial atención en nuestra relación a las dimensiones de desarrollo sostenible, lucha contra el cambio climático o la digitalización, elementos esenciales del progreso económico en las próximas décadas.

El respaldo a los procesos de integración regional y al multilateralismo reforzado es también otra de las señas de identidad de la política exterior española. El sistema de Cumbres Iberoamericanas, creado hace ya 30 años, –es un escenario privilegiado de concertación regional a través de cual promovemos una amplia agenda de cambio y mejora.

La XXVII Cumbre Iberoamericana celebrada en Andorra el pasado 21 de abril acordó, por ejemplo, medidas sanitarias, económicas, sociales y ambientales para apoyar la recuperación de Iberoamérica ante la crisis del COVID19. Un acontecimiento que supuso asimismo la primera vez en la que todos los países iberoamericanos se pronunciaron con una sola voz para reaccionar ante el impacto de la pandemia.

 

  1. En su reciente visita por Centroamérica, señaló que la región merece especial atención y subrayó que España priorizará a Centroamérica para la recuperación y reactivación económica, social y ambiental post pandemia. ¿Podría comentarnos cuáles son los principales desafíos a abordar en el mediano plazo con la región?

Centroamérica es una región prioritaria para España y con la que estamos plenamente comprometidos. Somos conscientes de los enormes desafíos a los que se enfrentan, sin perjuicio de que existen diferencias y matices, como es lógico, entre los países centroamericanos. No olvidemos que Centroamérica continúa siendo una de las regiones más vulnerables y menos resilientes a los fenómenos naturales y el cambio climático del continente, lo que se ha visto agravado con la pandemia, de manera que la región atraviesa una difícil coyuntura socio-política y económica. Observamos una creciente “fatiga democrática” que se concreta en elevadas tasas de corrupción e impunidad, fragilidad institucional y conflicto entre poderes del Estado o cuestionamiento del sistema político, fenómenos que, sin ser exclusivo de la región, ciertamente amenaza con lastrar el desarrollo centroamericano en los próximos años. Todo ello hace que para España la recuperación económica, social y ambiental post-pandemia en la región constituya una prioridad de nuestra política exterior.

En este sentido, continuaremos trabajando en el fortalecimiento de las instituciones y del Estado de Derecho con un enfoque regional y multidimensional. Eso pasa por apoyar a la sociedad civil y a los actores no estatales, pero también por acompañar a los gobiernos y a las instituciones, abriendo espacios de concertación. España apostará por el diálogo y la búsqueda de sinergias con otros actores, como los EE.UU. o la propia UE, con el fin de implicarles en el desarrollo de la agenda centroamericana post-pandemia. Al mismo tiempo, consideramos que el proceso de recuperación y reconstrucción puede verse claramente beneficiado revitalizando y profundizando la integración regional. La celebración del 30 aniversario de la creación del SICA, sin duda uno de los mayores logros de la región y con el que España siempre ha estado comprometida, puede ser aprovechado como estímulo en esta coyuntura. La efeméride también ofrece una magnífica oportunidad para poner en valor los logros alcanzados en las últimas tres décadas, aunque sin perder de vista los retos y oportunidades de futuro, y que contribuya a redefinir el modelo de integración que los países centroamericanos quieren para la región. España quiere seguir acompañando este proceso y contribuir a impulsarlo, de manera que resulte útil en la recuperación económica y la resiliencia futura de la región.

 

UNIÓN EUROPEA Y AGENDA 2030

La descripción de su cuenta en Twitter señala “El multilateralismo es la solución. La Agenda 2030 es la visión, marco y guía”, en su vasta experiencia y especialmente como ex Alta Comisionada para la Agenda 2030 del Gobierno de España,

  1. ¿Cuáles son las medidas que ha tomado España que pueden servir de ejemplo a países de América Latina y el Caribe para implementar estrategias en torno al cumplimiento de esta hoja de ruta global?

Si bien el coronavirus ha modificado los planteamientos iniciales para la implementación de estrategias en torno a la Agenda 2030, también ha supuesto un revulsivo para reformular programas y acciones en al menos tres frentes: reforzar los sistemas de salud; impulsar la recuperación económica y fortalecer la gobernabilidad democrática. El acceso a la financiación internacional por parte de países de renta media ha sido una de las prioridades para España, y en ello hemos venido trabajando en el ámbito multilateral y de la UE desde la irrupción de la pandemia. La iniciativa impulsada por España en junio de 2020 “Juntos por una respuesta para América Latina y el caribe ante la COVID-19” persigue precisamente el objetivo de impulsar un mayor apoyo financiero y técnico a los países de la región para hacer frente a las consecuencias sanitarias, socioeconómicas y financieras derivadas de la COVID-19. En el ámbito sanitario, España ha defendido siempre la toma de decisiones multilaterales para gestionar la adquisición de vacunas de manera global, conjunta y solidaria, y también la necesidad de compartir parte de las vacunas adquiridas, en especial por los países más desarrollados.

Creemos firmemente que atender las necesidades de los más vulnerables y de los países con menos ingresos constituye un imperativo ético y una responsabilidad que redundará en el interés general de todos los países y de sus sistemas sanitarios. Siguiendo esta línea de solidaridad compartida, el Presidente del Gobierno anunció – al término de la Cumbre Iberoamericana en Andorra - que España destinará a América Latina y el Caribe 7,5 millones de dosis de vacunas contra la COVID19, lo que supone entre el 5 y 10% del total de las recibidas por España en 2021.

Más allá del ámbito de la salud, España se ha marcado líneas de trabajo prioritarias a medio plazo para una recuperación “sostenible, inclusiva, justa y transformadora”, con el foco en la educación, el sector del agua y saneamiento, la igualdad de género, la transición ecológica, la digitalización y la gobernanza democrática. La puesta en marcha del Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático o el Plan Nacional de Energía y Clima son estrategias de país para impulsar una recuperación verde, justa y sostenible, en consonancia con los objetivos marcados por la Agenda 2030. Asimismo, debemos ser conscientes y no olvidar la importancia que tienen las alianzas público-privadas con el sector empresarial para la consecución de estos objetivos, pues contribuyen de manera directa al crecimiento económico, el progreso sostenible y el empleo.

Asimismo, estamos convencidos de que el fortalecimiento del diseño institucional y la gobernanza de los sistemas políticos son la punta de lanza para establecer una estructura más integrada y una actuación administrativa más coordinada, estratégica y eficaz para los ciudadanos.

En nuestra opinión, todos estas actuaciones y líneas de acción son principios, valores y estrategias trasladables a cualquier país o región y que tienen como enfoque un objetivo principal: reforzar el cumplimiento con la Agenda 2030 para construir sociedades más democráticas, prósperas, cohesivas e inclusivas.

 

  1. ¿Cómo la Unión Europea puede apoyar a los países de ALC a cumplir esta Agenda?

La reunión informal de Ministros de Exteriores UE27-América Latina y el Caribe, celebrada en Berlín el pasado mes de diciembre, expresó su convicción de que hay mucho que ganar con la cooperación internacional en un mundo tan interconectado e interdependiente como el actual. Europa se reafirmó en su compromiso de trabajar con los países de ALC, subrayando el carácter estratégico de nuestra relación birregional y reconociendo que, uniendo fuerzas, las dos regiones pueden garantizar un futuro común mejor para sus ciudadanos.

En particular, uno de los temas abordados fue el fortalecimiento de la cooperación sanitaria regional, apoyando iniciativas europeas como la creación de un instituto transnacional para enfermedades infecciosas o el impulso a una mayor y mejor cooperación reforzada en la adquisición de vacunas en el entorno latinoamericano. A través de su iniciativa “Team Europe”, la Unión está movilizando importantes recursos destinados a la lucha contra la COVID-19 en la región

El progreso medioambiental es otra de las grandes líneas de cooperación con la región. Seguimos apostando por abordar los desafíos globales que nos afectan de manera conjunta, ya sea en materia de calentamiento global, emisiones efecto invernadero o pérdida de biodiversidad. Para tal fin, la UE  ha puesto en marcha iniciativas, como la Alianza Global para el Cambio Climático o el programa Euroclima +. El objetivo es paliar los efectos del cambio climático – poniendo el foco en la especial vulnerabilidad de los estados más pequeños y con menos ingresos – para construir economías medioambientalmente más sostenibles, resilientes y poder salvaguardar la inigualable biodiversidad de América Latina. Ejemplo de ello es Honduras, que ha suscrito un acuerdo con la UE que garantiza la adecuación de la explotación maderera a los estándares ambientales de la Unión.

Desde la UE se también se está dando especial prioridad al impulso de las las alianzas digitales. Cuestiones como la conectividad digital, la infraestructura digital o la protección de datos habrán de estar presentes en el centro del debate digital en los próximos años. Reconocer el nuevo escenario que representa el acceso a estas tecnologías para muchos países de ALC, sentará las bases del progreso social y económico del futuro. De ahí la necesidad de fortalecer estas relaciones digitales en ambas orillas del Atlántico. A corto y medio plazo, uno de los objetivos en materia digital pasa por cerrar la brecha digital dentro de las sociedades latinoamericanas, una forma moderna de pobreza y desigualdad en la región.

 

OPORTUNIDADES Y COOPERACIÓN

  1. A su juicio, ¿cuáles son las principales oportunidades con que cuentan los países de América Latina y el Caribe en Europa, en temas como seguridad alimentaria y desarrollo agrícola y rural y apoyo a mujeres y juventudes rurales?

En materia de seguridad alimentaria y desarrollo agrícola y rural, la UE cuenta con una dilatada experiencia, con más de cinco décadas de una Política Agrícola Común (PAC) basada en el fomento técnico, la garantía de un nivel de vida equitativo al medio rural, la protección medioambiental y de sus consumidores y la seguridad de los abastecimientos agrícolas.

En la UE hay 10 millones de explotaciones agrícolas y 22 millones de personas que trabajan habitualmente en el sector. Debido a sus excepcionales recursos agrícolas, la UE puede y debe desempeñar un papel clave a la hora de garantizar la seguridad alimentaria de todo el planeta. En conjunto, los sectores de la agricultura y la alimentación crean aproximadamente 40 millones de puestos de trabajo en la UE.

Creemos que todas estas experiencias de larga data pueden ser útiles para el entorno latinoamericano, con el fin de impulsar el comercio local y favorecer el cuidado del medio rural, muy presente en ciertas regiones de América Latina.

De hecho, una política de cohesión fuerte y coherente en temas de desarrollo rural –que se ve reflejado, por ejemplo, en el apoyo a las mujeres y jóvenes agricultores- es un elemento imprescindible que favorece el crecimiento económico, la creación de empleo y la protección del medio ambiente en el medio rural. Un tema de vital importancia y muy presente en el diseño de las políticas de la Unión. Prueba de ello son el programa AL-INVEST-VERDE (dentro de las iniciativas Team Europe) y la Alianza para la Acción hacia una Economía Verde de NNUU, que ofrecen perspectivas muy favorables para la adopción de buenas prácticas agrícolas que permitan un desarrollo sostenible en la región. Además, a través de iniciativas como EUROCLIMA +, EL PACTO y EUROsociAL+ se impulsa un desarrollo inclusivo que garantice los beneficios para toda la sociedad, con un especial protagonismo de las comunidades indígenas, las mujeres y los jóvenes.

Así, proteger a la agricultura no implica solamente el consumo de productos de cercanía o la protección de los consumidores, sino también fomentar y asentar población rural. En especial, se trata de favorecer la presencia de una juventud rural comprometida con los valores de desarrollo sostenible y progresos justo. De ahí que, en Europa, parte de los fondos agrícolas vayan dirigidos a suministrar tecnologías de alta velocidad y servicios e infraestructuras de internet a los ciudadanos de las zonas rurales. Sin una buena conexión a Internet resulta imposible asentar población joven, dar apoyo a la diversidad de las comunidades presentes y favorecer el empleo de las personas que trabajan y viven de la agricultura, la pesca o de sus industrias. Una política europea que abre vías de cooperación y colaboración con otras regiones, incluida América Latina.