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Bioeconomía: la apuesta de Costa Rica para desarrollar su agricultura y ruralidad

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Gustavo Elizondo, asistente técnico de Gerencia de Coopetarrazú, expuso sobre los productos que genera la cooperativa costarricense a partir de cascarilla, mucílago y pulpa de café.

San José, 17 de diciembre, 2018 (IICA). Producir etanol, compost mejorado e insumos biológicos a partir de cascarilla, mucílago y pulpa de café son algunas de las mejores maneras de aprovechar los principales subproductos generados a partir de este grano, antes considerados desechos. Esto hacen Coopetarrazú y Biomatec, dos empresas costarricenses que desde hace algún tiempo implementan la bioeconomía en el sector agroindustrial.

La bioeconomía, según el coordinador del Programa de Bioeconomía y Desarrrollo Productivo del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), Hugo Chavarría, se trata de un modelo que permite explorar cómo -desde el punto de vista del desarrollo productivo- se pueden utilizar más eficiente y sosteniblemente los recursos y procesos biológicos a partir de los nuevos conocimientos, tecnologías e información disponibles.

Así lo explicó durante el I Seminario Nacional de Bioeconomía en Costa Rica organizado por el organismo especializado en agricultura, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones (MICITT), el Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC), el Ministerio de Ambiente y Energía de Costa Rica (MINAE).

El especialista además resaltó que América Latina y el Caribe posee una gran riqueza biológica que permitiría a la región convertirse en protagonista ante un escenario marcado por un mayor impacto del cambio climático y un incremento en la degradación de los recursos naturales existentes.

“La región alberga a ocho de los 17 países más megadiversos del planeta, abarca más de una cuarta parte de las tierras cultivables y una tercera parte de los recursos de agua dulce del mundo, y, junto con África, es la que tiene mayor posibilidad de incorporar nuevas tierras aptas para la producción agrícola”, afirmó Chavarría.

“Hay senderos de aprovechamiento de la bioeconomía para todas las escalas de actores, desde los grandes con acceso a tecnologías disruptivas que posibilitarían nuevos usos de la biomasa para encadenarse con industrias fuera de la agricultura, hasta los más pequeños que fomentan economías circulares a lo interno de sus fincas. Esto nos obliga entonces a preguntarnos: ¿cómo podemos aprovechar estos senderos de la bioeconomía en todas las cadenas agroalimentarias y los territorios rurales?”, señaló el experto.

Con Chavarría coincidió el jefe de la Unidad de Desarrollo Agrícola de la CEPAL, Adrián Rodríguez, quien destacó que “Costa Rica es un país que tiene todas las condiciones para ser líder en el desarrollo de la bioeconomía, y uno de los retos que tiene es posicionarse a nivel global en este tema”.

Esta posición también fue compartida por el Analista de Estudios Económicos e Información del MAG, José Rafael Corrales, quién argumentó que “es en la agricultura y en los territorios rurales de Costa Rica donde se encuentran las condiciones agroecológicas y las capacidades productivas para ser ampliamente aprovechadas y potenciadas por la bioeconomía”.

Por su parte, el director de Investigación y Desarrollo Tecnológico del MICITT, Federico Torres, indicó que los esfuerzos concretos que realiza Costa Rica como la definición de una ruta para la descarbonización; la construcción de nuevos paradigmas de desarrollo enfocados en la bioeconomía circular; y la industrialización de la agricultura, son criterios importantes para colocar al país bajo la lupa de la bioeconomía a nivel mundial.

“El concepto de bioeconomía no es ampliamente conocido por los agricultores, sin embargo, muchos de ellos ya lo están implementando. Los desafíos son grandes, pero en Costa Rica no estamos partiendo desde cero, en el sector agroindustrial hay empresas que con pocos recursos están haciendo esfuerzos importantes, el reto ahora es potenciarlos desde las organizaciones públicas y privadas, y los organismos de cooperación internacionales”, aseveró Torres.

El encuentro contó con la participación de más de 50 representantes de distintas entidades públicas como el MICITT, el MEIC, el MINAE, el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), el Instituto de Café de Costa Rica (ICAFE), la Universidad de Costa Rica (UCR), el Tecnológico de Costa Rica (TEC), la Universidad Nacional (UNA), el Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (CATIE), entre otras.

En el marco del evento, se realizó la Feria Muestra de Bioeconomía IICA 2018, donde el Proyecto Soldado Negro, el Centro de Investigación en Biotecnología del TECCibus 3.0HemoalgaeBiomatec,AllbiotechPorcina Americana y Coopetarrazú, organizaciones costarricenses pioneras en esta área, expusieron las iniciativas que están desarrollando.

 

Más información: 

Hugo Chavarría

Coordinador de Programa de Bioeconomía y Desarrrollo Productivo del IICA

hugo.chavarria@iica.int