Ir Arriba

Arely, el corazón de una cooperativa cafetalera en El Salvador

País de publicación
None
El Salvador
Ana Arely Ortez de Ramos, administradora de la Cooperativa
Jucuapense

El café ha sido una parte importante de la vida de Ana Arely Ortez de Ramos, la joven administradora de la Sociedad Cooperativa Jucuapense, en Jucuapa, departamento de Usulután en el sureste de El Salvador.

Creció allí mismo, junto a seis hermanos, en el seno de una familia caficultora. Sin embargo, aunque desde pequeña aprendió algunos secretos del cultivo, solo pudo procesar el grano cuando ingresó en la cooperativa, con tan solo 16 años. Hoy con 31, Arely es toda una experta en la especialidad de esa asociación: tostar y moler el grano.

La joven, quien está a punto de terminar su licenciatura en administración de empresas, es consciente de las dificultades que generan los bajos precios.

“La caída afecta a nuestros socios, como solo una vez al año reciben la ganancia, tienen que endeudarse antes. Después de la cosecha muchas veces se quedan debiendo y todavía no saben qué hacer, cómo resembrar, comprar abono, etc”.

El cultivo del café requiere un gran esfuerzo -asegura-. Los tres primeros años son de inversión y muchos productores terminan endeudados.

PROCAGICA, un programa con financiamiento de la Unión Europea ejecutado por IICA, ayuda a los socios de la cooperativa.

“Nos ofrecen capacitación en diversas técnicas de cultivos para que puedan reducir los costos”- explica Arely-, “así como ayuda con el suministro de fertilizantes y otros insumos”.

Cada año la cooperativa procesa alrededor de 2 mil quintales, en su mayoría se venden sin procesar; pero aproximadamente 600 quintales se empacan y se venden bajo un nombre comercial que acaba de legalizar en junio: Café Oro Jucuapense.

Arely está entusiasmada con la marca. “Necesitamos agregar más clientes con nuestro producto. Necesitamos mejorar el empaque, y estamos haciendo pruebas para vender café preparado solo en Jucuapa, y buscamos un lugar donde distribuir café preparado de tipo capuchino y americano”, contó a IICA Noticias.

Además, aspira que su cooperativa tenga existencias de café para todo el año, con el fin de venderlas en supermercados.

En medio de las dificultades de la industria cafetalera salvadoreña -golpeada por la plaga de la roya, el cambio climático y el desplome de los precios del café-, Arely encuentra inspiración en sus compañeros de trabajo.

“Ellos han visto de todo, me motiva que tengo dos compañeros que han pasado toda su vida trabajando para la empresa, y esta lucha no es solo mía, todos ponemos un granito de armonía, que funcione y sea rentable”, aseguró.

Más información:

Harold Gamboa, Coordinador de Unidad Ejecutora Regional PROCAGICA

harold.gamboa@iica.int