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Impacto de los Huracanes Irma y María en el sector Agropecuario Dominicano

País de publicación
República Dominicana

 

Cultivo de arroz afectado por paso del Huracán María

Santo Domingo, Rep. Dom., septiembre 2017 (IICA). El calentamiento global sigue aumentando la temperatura de los océanos lo que intensifica la formación e intensidad de eventos extremos como huracanes. Como consecuencia de este escenario, y debido a su ubicación en el Caribe, la República Dominicana incrementa su exposición a estos eventos, que son influenciados por el cambio climático. Solo en el mes septiembre el país ha sido altamente afectado por los huracanes Irma y María, dos fenómenos meteorológicos que han devastado, prácticamente, la agricultura y causado graves daños a la ganadería.

Las regiones más afectadas por ambos huracanes fueron la región este, norte, nordeste y noroeste del país, incluyendo las dos cuencas hidrográficas de mayor importancia en el campo agropecuario, los ríos Yaque del Norte y Yuna (y sus afluentes). Estas cuencas se mantienen aún inundadas y con un alto régimen pluviométrico, lo que agrava la condición de aislamiento de gran cantidad de regiones agropecuarias, así como el rápido levantamiento de las informaciones relativas a la cuantificación de los daños causados por estos fenómenos meteorológicos al sector agropecuario por parte de las instituciones oficiales pertinentes, principalmente el Ministerio de Agricultura.

Aunque todavía no existen datos ni cifras oficiales de cuantificación de daños causados por Irma y María, varias instituciones, líderes de asociaciones y agroempresas reconocidas del país han estado realizando notificaciones preliminares sobre su apreciación por pérdidas en los respectivos rubros y cultivos que manejan; cifras que, aunque serán revisadas y ajustadas en el futuro inmediato por las cifras oficiales, reflejan la gravedad del impacto dejado por la combinación de los efectos de estos dos huracanes en territorio dominicano.

Cultivo de Banano afectado por paso del Huracán María

Por ejemplo, en el sector arrocero las cifras preliminares estiman pérdidas cuantiosas por la inundación de unas 120,000 tareas (7,500 ha) de tierra sembradas de arroz en proceso de espigamiento, afectando unos 10,000 productores. Sin embargo, de acuerdo a la opinión de ese sector, no habrá desabastecimiento del cereal en el país en lo inmediato, pues se cuenta con suficiente reserva del grano en almacenes.

En el sector bananero se estima que unas 85, 612 tareas (5,351 ha), sufrieron el impacto del Huracán María, sin incluir las pérdidas ocurridas por daños a los canales de riego, bombas de regadío, plantas eléctricas; entre otros equipos. Aún no se han hecho cuantificaciones ni estimaciones con detalles en otros rubros y renglones agropecuarios.

 

 

Se estima que las consecuencias inmediatas de ambos huracanes en el sector agropecuario incluirán:

a) La interrupción del ciclo de producción de la cosecha estacional de los principales cultivos de importancia económica del país ya en progreso (bananos, arroz, frutas y hortalizas, entre otros), principalmente en las regiones agropecuarias del este, norte, nordeste y noroeste del país. Independientemente del daño directo causado por los vientos a cultivos tales como el banano y el plátano, la mayor parte de los suelos en las regiones de producción de estos cultivos sufrieron serias inundaciones, agravando aún más la posibilidad del mercadeo de los productos agrícolas ya terminados debido a la dificultad de acceso o por el daño producidos a los caminos, carreteras y puentes. 

b) La pérdida inmediata de mercadeo, dando lugar al incumplimiento de los compromisos contraídos por el sector agropecuario de las zonas afectadas en el mercado local y en los principales mercados de exportación del país. 

c) El potencial incumplimiento de los compromisos de pago contraído con las instituciones crediticias, que tendrán que revisar los cronogramas de pago establecidos con los sectores productivos afectados. 

d) El incremento casi inmediato de los costos de los productos agropecuarios para el consumidor en los mercados, por la falta de abastecimiento como resultado de los daños directos a los rubros agropecuarios y, en otros casos, por la dificultad de acceso a las áreas de producción. 

e) En el campo de la pecuaria se han notificado también daños cuantiosos, principalmente en la Región Este, no solo por las muertes de animales en forma directa (producción porcina), sino por la destrucción de infraestructuras tales como establos y plantas de ordeño, problemas en el mercadeo de la leche producida en las zonas inundadas y daños a los cercos perimetrales de las unidades de explotación; situación que traerá luego posteriores consecuencias con el potencial incremento de plagas y enfermedades.

En lo adelante, se espera que el Ministerio de Agricultura y otras entidades del sector agropecuario iniciarán la divulgación de las diversas medidas a adoptar, tanto por el sector agrícola como por el sector pecuario para proceder a la recuperación inmediata de ambos sectores, para evitar el surgimiento y propagación de las plagas y enfermedades que normalmente se produce posterior a la ocurrencia de este tipo de fenómenos meteorológicos. En este tenor, el IICA reafirma su disposición para apoyar a las autoridades en los esfuerzos de recuperación del desarrollo agrícola dominicano.        

 

Más Información: hector.perez@iica.int

                                dileccio.vanderlinder@iica.int 

                                 gina.rosario@iica.int