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Centroamérica y República Dominicana apuntan a fortalecer la producción de alimentos más inocuos

Mario Santizo, de la Universidad de Rafael Lantivar, Guatemala, es uno de los miembros de la academia que participan en el curso.  

Nebraska, 25 de mayo, 2016 (IICA). Las enfermedades transmitidas por alimentos generan consecuencias diversas en todos los países del mundo, como la pérdida de productos, la reducción en ventas y el retiro de alimentos de los mercados, así como el aumento de los costos en atención médica, los impactos en la salud y el detrimento de la confianza por parte de los consumidores.

En los Estados Unidos, por ejemplo, aproximadamente 1 de cada 6 personas se enferman anualmente debido a alimentos contaminados, esto representa unos 48 millones de personas. En este país, las enfermedades transmitidas por alimentos cuestan cerca de USD 15.6 mil millones por año.

Estas son algunos datos que compartieron las expertas de la Universidad de Nebraska-Lincoln, Andrea Bianchini y Jayne Stratton, en una capacitación sobre auditoría de inocuidad de alimentos dirigida a técnicos de servicios oficiales de inspección, académicos y especialistas del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) de Centroamérica y República Dominicana.

El encuentro, realizado este 24 y 25 de mayo en Nebraska, fue organizado por el IICA como parte de las acciones complementarias de la Escuela Regional Virtual para Inspectores de Alimentos (ERVIA), iniciativa que busca mejorar la salud pública y facilitar el comercio mediante capacitaciones en procedimientos de inspección modernos y armonizados.

Andrea Bianchini, de Universidad de la Nebraska-Lincoln.

“Esta solicitud responde al interés que tienen los países en que este tema se difunda y se fortalezca, como una forma de mejorar las capacidades de los profesionales de los sectores oficiales en los temas de auditoría y así contribuir a la producción de alimentos seguros para el consumidor local e internacional”, aseguró la coordinara de ERVIA, Ana Marisa Cordero.

Para Bianchini, que los países actualicen sus técnicas en este tema es fundamental porque permite asegurar que los alimentos que se exportan son inocuos y de buena calidad, y esto repercute de forma positiva en el mercado nacional e internacional.

“Como existe un complejo sistema de alimentos a nivel mundial, donde lo que se produce en otros países de América se consume en todo el mundo, es vital tener programas de auditoria de alto nivel para los sistemas de calidad e inocuidad alimentaria”, explicó.

Jayne Stratton, de Universidad de la Nebraska-Lincoln.

Por su parte, Stratton resaltó la importancia de tener a todos los especialistas en un mismo lugar, ya que permite entender las diferencias entre los países y compartir sus conocimientos de manera que quienes tienen menos experiencia se enriquecen con los aportes de quienes están más familiarizados.

En la capacitación, de alto nivel dinámico y participativo, los participantes conocieron los principios de auditoría, el proceso para realizarlas, el marco legal y moral en este tema y como realizar informes de auditoría, entre otros temas.

El curso se da el marco de un acuerdo de cooperación entre el IICA y la Universidad de Nebraska-Lincoln, entidades que han apoyado el tema de fortalecimiento de capacidades en sanidad e inocuidad de alimentos, desde hace 8 años.

 

Más información: ana.cordero@iica.int

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