Ir Arriba

​​​Resistencia a los medicamentos veterinarios: Un desafío para el sector pecuario y los servicios de inocuidad alimentaria

El encuentro se realizó en Bolivia, donde además se definieron propuestas de planes nacionales de vigilancia e identificaron la necesidad de generar integración interinstitucional. 

​​San José, ​13  de junio, 2017 (IICA).  Miembros de los servicios oficiales de sanidad animal e inocuidad de los alimentos de los seis países que conforman el Comité Veterinario Permanente del Sur (CVP) se reunieron en Bolivia con el propósito de desarrollar una estrategia regional que permita disminuir el impacto que produce la resistencia a los medicamentos en animales de consumo humano.

El encuentro, que se desarrolló en el marco de un convenio de cooperación técnica entre el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) y el CVP, facilitó el trabajo conjunto entre autoridades de gobierno, especialistas del IICA, investigadores y académicos para fomentar buenas prácticas en la aplicación de medicamentos en animales, pues lo contrario podría impactar la salud pública y la inocuidad de los alimentos, en caso de que exista un exceso o manejo inadecuado.

La resistencia antimicrobiana (RAM) se desarrolla cuando, por cambios genéticos, los microorganismos (como bacterias, hongos y virus) desarrollan resistencia a los medicamentos que solían ser efectivos para eliminarlos (como antibióticos, fungicidas y antivirales).

​“Cuando la RAM aumenta, también incrementa la cantidad, el costo de los tratamientos y la atención sanitaria de los animales, lo que incide en el desarrollo económico y agropecuario de los países, por eso es prioritario trabajar en la prevención y el control”, explicó la especialista del IICA en Sanidad Agropecuaria, Ericka Calderón

Equipo de trabajo

Los países que integran CVP son importantes productores agropecuarios y agroexportadores, por ello, la RAM es un tema de atención porque, aunque estos medicamentos son necesarios para preservar la salud humana y la sanidad animal y vegetal, una mala utilización podría amenazar a la salud pública nacional y la de los países a los cuales exportan.

La actividad contó con el apoyo y la participación de Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Organización Mundial de Salud Animal (OIE), el Centro Panamericano de Fiebre Aftosa (PANAFTOSA) de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el Programa Cooperativo para el Desarrollo Agroalimentario y Agroindustrial del Cono Sur (PROCISUR) y la Ohio State University.

En el encuentro, los participantes también definieron propuestas de planes nacionales de vigilancia e identificaron la necesidad de generar integración interinstitucional entre ministerios de Salud, Agricultura, sector privado y otros.

De acuerdo con Calderón, como parte de las acciones de seguimiento, el IICA apoyará a los países en la formación de las comisiones nacionales y de proyectos pilotos de vigilancia epidemiológica en los sectores veterinarios oficiales.

En el CVP está compuesto por las máximas autoridades sanidad animal e inocuidad de los alimentos de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay, y su secretaría técnica es gestionada por el IICA. Fue creado por los Ministros de Agricultura en 2003, y tiene su sede permanente en las oficinas del IICA en Uruguay.

 

Más información:

ericka.calderon@iica.int

lourdes.fonalleras@iica.int